La decisión de suprimir las tradicionales emisiones "aéreas" ha despertado el rechazo de distintos sectores, desde trabajadores de la misma casa, sindicatos, como la UGT y otros grupos profesionales que consideran que con esta medida, un sector de la actual audiencia de Radio Exterior de España en el mundo, como son nuestros pescadores que faenan en las aguas de los cinco continentes o los misioneros que ejercen su labor
de ayuda en los más remotos lugares de África, o América, van a verse privados de la posibilidad de seguir oyendo la "voz de España en el extranjero", sino disponen de una providencial conexión a Internet, lo que en el caso de estos colectivos, resultará bastante problemático.
Desde, RTVE, se ha enfocado, sin embargo, esta medida, como una adaptación a los nuevos tiempos y a las nuevas tendencias tecnológicas de recepción de las audiencias.